sábado, 18 de junio de 2011

Impotencia

Hoy un ratón, un pequeñin de unos 7 cm fue asesinado frente a mis ojos y no pude hacer nada.

No me lo esperaba, le pedí que me dejara sacarlo o que lo hiciera él y lo metiera al tarrito que tenía en mis manos, que yo me lo llevaba si no lo querían en el colegio. De pronto levantó levemente el masetero de tronco en el cual se escondía el ratoncito y ¡pam! lo aplastó, fue tan rápido, estuve ahí y no pude hacer nada. Sentí que quedé paralizada un momento, pero deben haber sido solo unas milésimas de segundo, me corrí para el otro lado y levantó el tronco, ahí lo vi, aplastado, temblando, muriendo. Un frío recorrió mi cuerpo y tuve que salir de ahí, mientras caminaba sentía como mis ojos se iban llenando de lágrimas, una vez en el baño solo lloré, ya no había nada que pudiera hacer.

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